




Hablar de Alemany, en MUFACE, es mentar a uno de los cimientos más humanos, queridos y elegantes de la Mutualidad. Durante 43 años, hasta su jubilación el pasado mes de febrero, ha ejercido como habilitado del organismo. En sus ratos libres, durante la última década, se ha dedicado a recrear meninas velazqueñas bajo su particular visión, llena de pasión, sosiego y alegría. Ya lleva 143, la última de ellas dedicada a todos los compañeros con los que ha compartido tantas horas de trabajo, y de vida.
Llegó a MUFACE en 1979, casi recién estrenada la Mutualidad. Había mucho trabajo por hacer, y aquí se quedó cuarenta y tres años el compañero José Luis. Recuerda Alemany el ruido del teclado de las máquinas de escribir, y “aquel papel de calco que te ponía las manos hechas una porquería”. A él, tan pulcro y atildado siempre. El salto digital, “a las máquinas modernitas, donde todo son procedimientos”, según lo define, no fue óbice para que él siguiera creyendo en que lo fundamental de este trabajo “son las personas; los compañeros han sido y son una parte muy importante de mi vida”. Tanto es así que confiesa que “un par de veces estuve tentado en marcharme a otro ministerio, pero las personas pudieron más que la tentación económica”.
A Alemany le debe la Mutualidad, entre otras muchas cosas, su participación activa en cambiar la estructura del organismo para darle un funcionamiento más ágil y dinámico. Un empeño al que le han ayudado, para bien, las nuevas aplicaciones informáticas, según reconoce: “se ha ganado tiempo y agilidad en la ejecución y resolución del trabajo. La digitalización ha permitido dar un salto cuantitativo y cualitativo en la mejora de los procedimientos, pero todos estos avances se producen gracias a las personas que siguen día a día con su trabajo y formación, mejorando el funcionamiento y adaptándose a los avances tecnológicos”.
Alemany en sus primeros tiempos en Muface.
En los últimos once años, Alemany ha ido dando rienda suelta a una de sus más curiosas aficiones: pintar meninas, preferentemente en lienzos con pintura acrílica. Todo empezó en el verano de 2011: “Estaba en el museo del Prado, contemplando ‘Las Meninas’ de Velazquez, y me atrajeron las formas de la infanta Margarita y los personajes que figuran a su lado, todos ellos, como sabéis, en un primer plano. Días después estando en el MACA (Alicante), observé varios lienzos del Equipo Crónica relacionados con ‘Las Meninas’, y se despertó definitivamente mi curiosidad sobre estos personajes tan repetidos en todos los soportes imaginables”. No tardó en preguntarse por qué no hacerlo él también. “Me puse a ello, con mi visión y mis limitaciones, que no sé cuáles son, y así fue como comencé a decorar meninas y luego pintarlas, con la idea de regalarlas a mis amigos y familia”. Con su visión, y sus desconocidas limitaciones, ya lleva pintados 143 cuadros. El último, este con el que posa y que nos ha regalado a todos los compañeros de la Mutualidad. Desde aquí nuestro más sincero agradecimiento a tu labor y a tu arte, José Luis.