REVISTA MUFACE. Nº 251. OTOÑO 2021
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Área de mayores

Pintura para el cerebro y el alma

La pandemia por la COVID-19 ha multiplicado todo tipo de terapias no farmacológicas enfocadas a mejorar la calidad de vida de la población más mayor

MIGUEL NÚÑEZ BELLO

Este otoño, tras el obligado parón provocado por la COVID-19, vuelve el Premio de Pintura BBVA-MUFACE. Se trata de una muestra del apoyo de ambas entidades a la promoción de las actividades artísticas de nuestros mutualistas. Esta pandemia ha dejado al descubierto que la población más mayor tiene la necesidad de relacionarse, sentirse protagonista de su vejez y encontrar el bienestar en proyectos comunes. La apuesta por terapias colectivas como ejercicios de resiliencia no solo permiten gestionar las emociones, evitar la soledad o aprender, sino también identificar el talento de la senectud en actividades como la pintura. Nos aproximamos a algunos ejemplos de los beneficios de este tipo de terapias.

Pintura para el cerebro y el alma 01

La pandemia por la COVID-19 ha multiplicado todo tipo de terapias no farmacológicas enfocadas a mejorar la calidad de vida de la población más mayor con actividades que estimulen el optimismo, la resiliencia y la autoconfianza. Según algunos estudios, entre el 50% y 60% de la población mayor de 75 años no se encuentra valorada por la sociedad; por eso es fundamental fomentar valores como la autoestima, las capacidades y habilidades del anciano para que se sienta protagonista de su propia vejez. “Existe una asociación significativa entre realizar actividades de ocio y el mantenimiento de la salud cognitiva, funcional, percibida y emocional, de tal forma que disfrutar de ellas favorece el bienestar y calidad de vida y sobre todo en las edades más avanzadas y en las circunstancias personales más diversas”, explica la doctora Sacramento Pinazo-Hernandis, profesora en la Universidad de Valencia y presidenta de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología. Sin pincel no hay trazos ni bocetos. Tampoco un caballete en el que apoyar una inspiración. La mente de Miel es un lienzo en blanco cuando intenta recordar alguna época de su vida dibujando. Buscando escapar de las limitaciones del arte se ha dado cuenta de que su carácter ha cambiado. Agarrada ahora a un pincel ha encontrado la inquietud que mejora su autoestima, otra manera de ex- plorar la felicidad, de relacionarse y hasta de reír.

LA PINTURA COMO INDICADOR DE VITALIDAD Y FELICIDAD

Que nadie envejece igual lo sabe muy bien Ángeles García. Los años acumulados justifican su propósito cada vez que se pone delante de un cuadro: darle más vida a los años a través del ágil manejo de un pincel lengua de gato para aplicar las sombras “sin olvidar la dirección de la luz y cómo preparar el color”. Ese consejo que recuerda al principio de cada clase Patricia López Landabaso, doctora en Bellas Artes, ya lo ha reflejado Ángeles en el cuadro, en el encanto de una calle empedrada de su pueblo de Navarra.

En cada clase que imparte esta pintora en una residencia de ancianos o centro cultural existe un orden de prioridades. Se debe coger el pincel sin pensamientos y emociones negativas. Esa perspectiva individual y colectiva contribuye a que la pintura sea un indicador de vitalidad y felicidad. Y que por supuesto no debe expresarse sólo en un cuadro. Por eso no es importante la experiencia sino las ganas de reír y recoger aplausos.

“El ejercicio de la pintura artística es una combinación de ejercicios mentales, físicos y psicológicos que les permite llegar a lugares diferentes en su cotidianeidad. Existen muchas experiencias en nuestra vida que no han sido disfrutadas. Nos pasará a todos. La pintura, más allá del arte de la representación gráfica, tiene la capacidad de concentrar recuerdos, de abstraernos, de mejorar la autoestima, proporcionar bienestar, facilitar las relaciones sociales… “, señala Landabaso mientras preguntaba a sus alumnas por el color que se consigue al mezclar el rojo y amarillo.

Esta nonagenaria alumna, Ángeles, reconoce que “pintar me ha alejado de la realidad de esta pandemia con emociones positivas, siendo más optimista, aprovechando cada instante y las posibilidades del momento”. A su lado sigue Miel. Su motivación es diferente, como su talento en la senectud. Fue profesora y escritora, imperdibles que han sujetado un carácter flemático que nada tiene que ver con la pintura, aunque en ella ha encontrado “una necesidad”, el equilibrio suficiente para “aspirar diariamente a ser feliz por encima de cualquiera de las adversidades. Me aterra la soledad y en entornos socioculturales como este consigo transformar ese pensamiento”. Lo hace combinando los colores para dar sentido a una fotografía que la acompaña desde su juventud: una playa de arena muy amarilla.

CEREBROS LLENOS DE LUZ

Cada color tiene una longitud de onda específica y cada uno de ellos afecta a nuestro cuerpo y cerebro de una manera diferente. Las personas mayores recuerdan las imágenes a color con más facilidad que en blanco y negro. “Pintar tiene además un significado que convierte esta actividad en única para la persona que la realiza porque implica un esfuerzo personal que les conduce a tener más consecuencias positivas. Sus cerebros tienden a seguir llenos de luz y no se apagan, sus manos se ejercitan porque al pintar las están continuamente moviendo. Considero que cuando alguien se dedica a hacer algo nuevo, su pensamiento varía y genera nuevas expectativas y su creatividad aumenta”.

Hace ya más de 100 años el premio Nobel, Santiago Ramón y Cajal, pronunció una frase cuyo acierto está empezando a demostrar la ciencia: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”. La pintura no condiciona únicamente los estados de ánimo. La psicóloga Laura Vicente de Torres destaca también la influencia que tiene en nuestra reserva cognitiva, “a esa plasticidad cerebral tan importante desde una manera preventiva, como en el caso de tener algún tipo de deterioro cognitivo, en frenarlo o ralentizar los efectos que pueda tener”. También lo saben las personas mayores que dedican parte de su tiempo a la expresión pictórica, y que han sabido pintar sus inquietudes y necesidades con una sonrisa.

Fotografías
Pintura para el cerebro y el alma 02

El fomento de la autoestima, de sus capacidades y habilidades, les permite sentirse protagonistas de su propia vejez

Pintura para el cerebro y el alma 03

Cada color tiene una longitud de onda específica y cada uno de ellos afecta nuestro cuerpo y cerebro de una manera diferente

Pintura para el cerebro y el alma 04

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