“Dinamarca es ideal para conciliar vida laboral y familiar”

Llegó a la capital danesa hace año y medio, procedente de Marruecos y con serias dificultades para trasladarse por culpa de la pandemia y posteriormente, para encontrar alojamiento debido a la parálisis del mercado inmobiliario.: “Mi marido viajó con mis dos hijos mayores en coche, en un ferry de repatriación, y yo volé con mis dos hijas pequeñas en uno de los pocos vuelos disponibles en esos momentos”.

No se entiende Copenhague, afirma, sin una bicicleta: “mis hijos mayores suben su bicicleta al tren para ir al colegio o bien pedalean todo el camino. Y a las pequeñas las solemos llevar en una bici cargo, con cajón delantero, aunque a veces también usamos metro y coche”.

Explica que Dinamarca es un país moderno y abierto, que permite “mantener tus costumbres y tu cultura. Pero la naturaleza, el clima y la luz te llevan a adoptar el modo de vida danés: muchas horas en casa en invierno, y veranos con noches cortas y días interminables que invitan a disfrutar al máximo del exterior”.

El idioma es cuestión aparte: “Creo que podría llegar a entenderlo, pero jamás a pronunciarlo correctamente”, asegura. Los precios son más altos que en España, por lo que “es difícil tomarte un café por menos de cinco euros”, afirma. En asuntos gastronómicos, el plato tradicional anés es muy sencillo: el smorrebrod, una rebanada de pan negro untada con mantequilla y con ingredientes fríos encima, como salmón o jamón. “Para muchos, ese es su almuerzo. La cena, a las 5 de la tarde, es su principal comida”.

Más allá de acercarse a ver la famosa Sirenita, Laura sugiere visitar “el Tívoli, el parque de atracciones más antiguo de Europa; pasear por el colorido canal de Nyhavn, visitar el Palacio de Rosenborg, subir a la Torre Redonda, para disfrutar de las mejores vistas, o ir de compras por la calle Stroget”.

Otro atractivo es cruzar a Suecia por el puente de 16 kilómetros de Oresund, que ha dado nombre a la serie El puente: “En menos de 40 minutos pasas del centro de Copenhague al centro de Malmö”.

De su día a día en la embajada resalta que junto con su equipo, se han conseguido, pese a la pandemia, organizar muchos de los eventos culturales programados. “Hemos participado en el Festival de Aarhus; en el festival de cine de Copenhague; y organizado un ciclo homenaje a Berlanga y un concierto de Albéniz en la iglesia Holmen,. Para el año que viene tenemos prevista una exposición sobre mujeres arquitectas en el DAC (Danish Architecture Center)”.

Además de Consejera, Laura García es la Encargada de asuntos consulares en Copenhague, “una faceta apasionante que me permite conocer de cerca la colonia española, en la que hay mucha gente joven de una extraordinaria calidad profesional”. Finalmente, como mutualista, resalta que en Copenhague y toda Dinamarca hay una extensa red de sanidad pública, a la que no tiene acceso. “Debemos acudir al único centro privado que hay en la capital y eso limita mucho la oferta sanitaria. No obstante, DKV y la tarjeta sanitaria funcionan muy bien”.