Se encuentra en: En Portada/ España asume por quinta vez la Presidencia del Consejo de la UE
Transición ecológica, transformación digital y agenda social serán las grandes líneas de trabajo.
Durante su presidencia, España tendrá la responsabilidad de guiar a los Estados miembros de la UE en la consecución de los objetivos comunes y de promover el interés general de la Unión. Para ello, deberá trabajar de cerca con las instituciones europeas, como la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, así como con los demás Estados miembros.
Cuatro grandes prioridades
Las prioridades de la Presidencia española se encuadran en la Agenda Estratégica para la UE (2019-2024). En ella, el Consejo Europeo estableció cuatro ámbitos prioritarios para orientar los trabajos de las instituciones de la UE durante los próximos cinco años. Estos ámbitos tratan de responder a los retos y oportunidades que emanan de la situación mundial actual. La Agenda Estratégica también determina cómo cumplir las prioridades.
Proteger a los ciudadanos y las libertades
Garantizar un control efectivo de las fronteras exteriores de la UE y seguir desarrollando una política migratoria global. Luchar contra el terrorismo y la delincuencia transfronteriza/ en línea, aumentando la resiliencia de la UE frente a los desastres naturales y antropogénicos.
Desarrollar una base económica sólida y dinámica
Construir una economía resiliente mediante la profundización de la Unión Económica y Monetaria para garantizar que Europa esté mejor preparada frente a futuras perturbaciones, completar la unión bancaria y de los mercados de capitales, reforzar el papel internacional del euro, invertir en capacidades y educación, apoyar a las empresas europeas, adoptar la transformación digital y desarrollar una política industrial sólida.
Construir una Europa climáticamente neutra, ecológica, justa y social
Invertir en iniciativas ecológicas que mejoren la calidad del aire y del agua, promuevan la agricultura sostenible y preserven los sistemas medioambientales y la biodiversidad. Crear una economía circular eficaz (en la que los productos estén diseñados para ser más duraderos, reutilizables, reparables, reciclables y energéticamente eficientes) y un mercado de la energía de la UE que funcione correctamente y proporcione energía sostenible, segura y asequible. Una transición más rápida hacia las energías renovables y la eficiencia energética, reduciendo al mismo tiempo la dependencia de la UE de fuentes de energía externas. Puesta en práctica del pilar europeo de derechos sociales.
Promover los intereses y valores europeos en el mundo
Construir una política exterior sólida basada en una ambiciosa política de vecindad con dieciséis de sus vecinos meridionales y orientales más cercanos y un marco global de asociación con África. Fomentar la paz, la estabilidad, la democracia y los derechos humanos en todo el mundo. Garantizar una política comercial sólida en consonancia con el multilateralismo y el orden internacional basado en normas. Asumir una mayor responsabilidad en materia de seguridad y defensa, cooperando estrechamente con la OTAN.
Un aspecto central de la Presidencia española será impulsar la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19. La crisis sanitaria ha tenido un impacto significativo en la economía europea y es fundamental asegurar una recuperación sólida y equitativa. España deberá liderar los esfuerzos para implementar el Plan de Recuperación y Resiliencia de la UE (NextGenerationEU), que incluye inversiones en áreas clave como la transición verde, la digitalización y la cohesión social. Además, será crucial coordinar las políticas económicas y fiscales de los Estados miembros para garantizar una recuperación justa y sostenible en toda la Unión.
Otro desafío importante que España enfrentará durante su presidencia será la transición hacia una economía verde y sostenible. La lucha contra el cambio climático es una prioridad para la UE, y España deberá liderar los esfuerzos para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París y en la Estrategia Europea de Neutralidad Climática para 2050. Esto implica promover la adopción de medidas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentar la transición hacia fuentes de energía renovable y avanzar hacia una economía circular. Asimismo, será necesario asegurar una transición justa para los sectores y regiones más afectados por los cambios en la producción y el consumo.
Otros desafíos
Además de la recuperación económica y la transición ecológica, España deberá abordar otros desafíos importantes. Uno de ellos es la migración, un tema complejo que requiere una respuesta integral y coordinada en el ámbito de la Unión Europea. Durante su presidencia, España deberá liderar los esfuerzos para impulsar una política migratoria común basada en la solidaridad y la responsabilidad compartida. Esto implica fortalecer la gestión de las fronteras exteriores de la UE, promover una distribución equitativa de los migrantes entre los Estados miembros y garantizar el respeto de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas.
La seguridad y la defensa también serán temas clave durante la Presidencia española. España deberá trabajar en estrecha colaboración con los demás Estados miembros para garantizar la seguridad de los ciudadanos europeos y fortalecer la capacidad de defensa de la UE. Esto implica fomentar la cooperación en materia de inteligencia, ciberseguridad y lucha contra el terrorismo, así como promover la inversión en capacidades de defensa y la cooperación en el ámbito de la industria de defensa. La situación actual de guerra en Ucrania añade mayor importancia, si cabe, a esta área de trabajo de la Presidencia española del Consejo de la UE.
Asimismo, la Presidencia española deberá abordar la cuestión de la gobernanza democrática en la UE. La Unión se enfrenta a desafíos internos en términos de respeto al Estado de derecho, derechos fundamentales y separación de poderes en algunos Estados miembros. España deberá trabajar para fortalecer los mecanismos de supervisión y aplicación del Estado de derecho, y promover una cultura de respeto a los valores y principios fundamentales de la UE.
La Presidencia española también tendrá la oportunidad de avanzar en la agenda de la Unión Europea en el ámbito de las relaciones exteriores. España deberá fortalecer los vínculos con los socios estratégicos de la UE, como Estados Unidos, América Latina y África, y promover una mayor cooperación en áreas como el comercio, la seguridad, el cambio climático y la cooperación para el desarrollo. Además, deberá abordar los desafíos geopolíticos actuales, como las tensiones comerciales y la competencia global, y contribuir a la consolidación de una política exterior común de la UE.
En conclusión, la Presidencia española de la UE en 2023 es una oportunidad única para liderar la Unión en un momento crucial de su historia. España deberá abordar desafíos clave, como la recuperación económica, la transición ecológica, la migración y la seguridad, al tiempo que fortalece la gobernanza democrática y las relaciones exteriores de la UE. La Presidencia española será un momento para demostrar liderazgo, capacidad de negociación y compromiso con los valores y principios fundamentales de la UE.
Retos de futuro
Es importante reconocer los desafíos persistentes a los que se enfrenta la UE durante la Presidencia española y en el futuro. La consolidación de la integración europea, la gestión de la migración, la lucha contra el cambio climático y la promoción de la paz y la seguridad siguen siendo temas prioritarios en la agenda europea.
La Presidencia española de la UE en 2023 pone de manifiesto la importancia de un liderazgo fuerte y comprometido para avanzar en la agenda europea. España desempeña un papel activo y constructivo, buscando consensos y promoviendo el interés común europeo. A medida que la UE avanza hacia el futuro, la experiencia y los logros de la Presidencia española servirán de base para abordar los desafíos futuros y promover una Europa próspera, inclusiva y sostenible.
Asistencia de MUFACE en el extranjero
MUFACE también protege la salud del colectivo mutualista en el extranjero, aunque sea temporalmente, siempre que se cumplan las condiciones previstas en la normativa. Se distingue entre los casos de residencia o destino en el extranjero, o desplazamientos temporales.
La asistencia en el extranjero comprende a los siguientes colectivos:
1) Colectivo mutualista -y sus personas beneficiarias- destinado y/o residente en el extranjero.
2) Mutualistas docentes, profesorado, visitantes en Centros escolares de Estados Unidos y Canadá.
3) Desplazamientos temporales al extranjero, ya sea a través del sistema general de cobertura, que puede acreditarse si así se solicita con un certificado de cobertura de asistencia sanitaria en el exterior, o a través de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) o su Certificado Provisional Sustitutorio (CPS), válidos para los países comprendidos en su ámbito específico: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia, así como Islandia, Liechtenstein, Noruega, Reino Unido (no incluye Gibraltar) y Suiza.