


El clima escolar en el sistema educativo español es positivo en líneas generales
El pasado 5 de noviembre de 2020 se reunía el Observatorio Estatal de Convivencia Escolar. Creado en 2007, su objetivo es analizar la situación de la convivencia escolar a nivel nacional y fomentar medidas que contribuyan a mejorarla. Tras nueve años de parón, su reactivación viene acompañada de nuevas líneas de actuación a fin de proteger y dar apoyo a los grupos más vulnerables, sobre todo en lo referido a acoso y violencia en las aulas.
Educar y no sancionar. Esta es una de las pautas a seguir en la nueva etapa del Observatorio Estatal de Convivencia Escolar. Reunido el pasado 5 de noviembre, bajo la presidencia de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, este órgano colegiado tiene como objetivo avanzar y encontrar respuestas que mejoren la convivencia en nuestros centros educativos, una de las líneas de actuación prioritarias del Ministerio. Según señaló la ministra en la reunión que sirvió para reactivar el Observatorio, que no se reunía desde 2011, “garantizar la convivencia exige que la comunidad educativa construya relaciones interpersonales positivas promovidas por una cultura escolar de alta cohesión en la que el respeto y la dignidad de la persona estén por encima de cualquier otro valor”.
Entre las prioridades de esta nueva etapa destacan la mejora continua de la convivencia escolar a través de una educación cívica, inclusiva y ética, el desarrollo de las capacidades sociales y emocionales y el respeto a todas las personas, la prevención y erradicación del acoso escolar de las aulas, así como cualquier tipo de violencia que se dé en el ámbito escolar. Y todo ello bajo una premisa fundamental, que resumió así la ministra durante la reunión: “debe abordarse desde un enfoque profundamente educativo y no meramente sancionador. Se trata de establecer un clima de relaciones en los colegios e institutos que haga que todos nos sintamos conmovidos con el sufrimiento de los otros”.
El Observatorio trabaja por la mejora continua de la convivencia escolar a través de una educación cívica, inclusiva y ética
Creado en 2007, el Observatorio tiene como objetivo base “asesorar sobre situaciones referidas al aprendizaje de la convivencia escolar elaborar informes y estudios, proponer medidas que ayuden a elaborar políticas estatales, fomentando las actuaciones que faciliten la mejora del clima escolar, y la prevención del acoso escolar y de todas las formas de ciberbullying, así como la violencia en los centros docentes”. El nuevo plan de trabajo de este órgano contempla actuaciones encaminadas a la recogida de información y análisis de la situación de la convivencia a nivel nacional.
Así, se podrá tener una herramienta útil para la prevención, detección y apoyo a las víctimas de acoso y violencia, especialmente en los casos de grupos vulnerables por motivos de género, origen, etnia, condición sexual, diversidad funcional, etc.; y, también, el impulso de políticas educativas innovadoras que combinen la visión de los centros escolares como centros de aprendizaje y centros de convivencia; la participación de la comunidad educativa en el centro educativo como modelo y referente de convivencia pacífica, sin descuidar la esencial formación del profesorado, alumnado y familias en relación con la convivencia.
En Educación Primaria y Secundaria se ha incorporado la asignatura de Valores cívicos y éticos
Merece la pena destacar que el clima escolar en el sistema educativo español es, en líneas generales, positivo. Los resultados del informe PISA 2018 indican que el índice de exposición al acoso entre los estudiantes de 15 años en España es uno de los más bajos de los países de nuestro entorno (un 17% frente al 23% de la media de la OCDE). Además, el alumnado español es el más respetuoso con personas de otras culturas, según ese mismo informe. Ello no obsta para perseverar en la mejora continua de la convivencia escolar a través de una educación cívica, inclusiva y ética.
En paralelo a estas medidas, la recientemente aprobada Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), adopta un enfoque de igualdad de género a través de la coeducación y fomenta en todas las etapas el aprendizaje de la igualdad efectiva de mujeres y hombres, la prevención de la violencia de género y el respeto a la diversidad afectivo-sexual, introduciendo en Educación Secundaria la orientación educativa y profesional del alumnado con perspectiva inclusiva y no sexista.
En esa misma línea cabe destacar la incorporación de la asignatura de Valores cívicos y éticos en Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria. Con ella, además de la reflexión ética, se incorpora el conocimiento y respeto de los Derechos Humanos, de la Infancia y a los recogidos en la Constitución Española; a la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial, a la igualdad de mujeres y hombres y al valor del respeto a la diversidad, el fomento del espíritu crítico y la cultura de paz y no violencia.