Jaén es una provincia del interior de Andalucía llena de atractivos. Su capital presume de catedral renacentista y de los mayores baños árabes de Europa. Cuenta con el aliciente cultural de Úbeda y Baeza, dos ciudades Patrimonio de la Humanidad, además de un entorno natural único, con las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Además, Jaén tiene “el mayor número de castillos de toda Europa”, y, sobre todo, como señala su recientemente jubilado director provincial de MUFACE, Ramón Vera, “cuenta con una ciudadanía muy acogedora”.
En la Dirección Provincial jienense desarrolla sus funciones una plantilla de 13 personas, encargadas de atender a un colectivo de más de 24.000 mutualistas, 14.914 de ellos titulares y 9.797 beneficiarios. “En estos momentos tenemos algunas vacantes motivadas por las ultimas jubilaciones que se han producido”, apunta su director provincial, también en vías de jubilación, “en el primer trimestre hemos tenido serias dificultades para el funcionamiento de la oficina, pero afortunadamente en marzo se incorporaron nuevos funcionarios de las últimas oposiciones”. Según Ramón Vera, esto ha supuesto “un soplo de aire fresco” que ha permitido rebajar la media de edad de la plantilla de los 59 a los 53 años. “Y es que el factor humano es lo más importante en una organización; de ello depende el buen funcionamiento de la misma, de nada sirve una buena dirección y unos objetivos claros si el personal no responde”, aclara.
Vera también aprovecha la conversación para revindicar la figura de los secretarios provinciales, que en realidad son la mano derecha de los directores. En Jaén, esa función la desempeña desde hace ocho años Miguel Martínez, un funcionario del grupo A2 que lleva 25 años prestando servicios en esta oficina. Es una persona “leal y valiosa, que me atrevo a proponer como candidato a próximo director provincial”, dice el responsable de este Servicio.
Motivación
Por otro lado, “al personal hay que motivarlo, que consideren que su trabajo es importante, lo que redunda en un buen servicio al ciudadano”, argumenta Vera. Este es el espíritu de una oficina provincial que atiende a un colectivo compuesto en su mayoría por personal docente –casi el 79% del total–, seguido a gran distancia por el cuerpo Nacional de Policía –6,71%– y, en menor porcentaje, los cuerpos de Correos y Telégrafos, Instituciones Penitenciarias, Hacienda, guardería forestal, veterinarios, médicos titulares e ingenieros.
Jaén no difiere de los otros 52 restantes Servicios Provinciales en cuanto a cobertura sanitaria, ya que el 17% de los mutualistas está inscrito al INSS y el 83 % restante opta por las entidades privadas concertadas, 50% Adeslas, 27,50% Asisa y 5,5 % DKV.
Como en cualquier oficina provincial de MUFACE, la labor principal es la atención al público. “Actualmente no tenemos cita previa y atendemos a todos los mutualistas que se personan: prestaciones, solicitud de talonarios, visado de recetas, afiliación, modificación de datos, reclamaciones de asistencia sanitaria o cualquier tipo de información”, señala Vera. También está la atención telefónica, que constituye otro de sus cometidos fundamentales. Sus responsables se refieren a la “absoluta prioridad de talonarios y visados de medicamentos que se solicitan por correo postal o las solicitudes de prestaciones vía electrónica o en soporte papel”.
Servicio de calidad
Vera destaca como objetivo básico “ofrecer a nuestro colectivo un servicio de calidad, de ahí que dediquemos nuestro mayor esfuerzo a la atención personalizada”. La introducción de las nuevas tecnologías ha contribuido a la mejora de las relaciones con los mutualistas, un avance considerable para el trabajo en la organización. “Ello se ha traducido en una gestión más ágil y eficaz, con mejor control y optimización de los recursos humanos, que repercute en beneficio de nuestro colectivo”. Del mismo modo, entre las prioridades del organismo se encuentra acercar la Mutualidad a los ciudadanos, facilitándoles innumerables peticiones, prestaciones o trámites, que se realizan cada vez con mayor celeridad a través de la Sede Electrónica. “Además de descongestionar la oficina –dice Vera–, el sistema está permitiendo responder a mayor número de prestaciones, optimizar los trámites y agilizar los pagos”.
Plan de Impulso
Los 25 proyectos puestos en marcha desde la Dirección General a través del Plan de Impulso han supuesto, según apunta este director provincial, “un hito revolucionario para el organismo, una transformación y una modernización total”. Ramón Vera también añade que le enorgullece que el director general, Antonio Sánchez Díaz, “un jiennense, nacido en Úbeda como yo, haya liderado esta ambiciosa iniciativa, que supone un avance y una mejora muy importantes para nuestros mutualistas”.

Es unánime que los trabajadores públicos que han formado parte de este Servicio Provincial han dejado un gran vacío por su compañerismo y profesionalidad y aunque ya no están, “sigue existiendo un sentimiento de permanencia”. Son nombres como los de María Luque, Ana Olid o Esperanza Sánchez, funcionarias que desde el primer momento han sido testigos del devenir de esta oficina, de la evolución de su organización, gestión y cambio tecnológico. Brotan los recuerdos de los años noventa, cuando solo había en el servicio dos ordenadores junto a un montón de máquinas de escribir, eso sí, eléctricas. Queda también para la memoria aquella máquina taladradora manual de talonarios de recetas, que ocasionaba verdaderos problemas de salud, tendinitis de hombros y brazos y patologías cervicales.